Escuela de San Isidro de León Cortés. Centro educativo verde y sustentable. Urbanismo sustentable. Arq. Ibo Bonilla

CONCEPTO ADMINISTRATIVO:

El Ministerio de Educación Pública (MEP) se planteó gestionar la participación de diversos profesionales con conocimiento sobre la dinámica de estos centros y el proceso educativo de los estudiantes con discapacidad, realizando las recomendaciones con fundamento en el diseño universal, el plan de estudio vigente y con visión de futuro en el Modelo Pedagógico para Centros de Educación Especial propuesto este año al Consejo Superior de Educación.

El MEP mediante el sistema de fideicomiso entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) promovió el diseño y construcción de Centros Especializados en Enseñanza Especial y el primero de ellos fue el de Santa Ana.

La topografía del terreno obligó terracear considerando que debía conectarse por rampas con pendientes menores al 10%, manteniendo una adecuada ventilación e iluminación natural, por lo que se planteó con diferentes áreas verde y plazas internas que le dieran un tratamiento paisajístico variado y ordenado.

El diseño abunda en estrategias de arquitectura bioclimática y construcción verde además de las tradicionales recomendaciones de ferretería (inodoros y grifos ahorradores de agua, mingitorios secos, etc.) incluye sistemas de recuperación y uso de agua llovida, reciclaje de aguas grises, eco-tratamiento de aguas negras, clasificación de desechos y reciclado, insolados combinados con ventilación e iluminación natural para un óptimo confort pasivo.

Se dió especial énfasis al tratamiento paisajístico tanto externo como interno con áreas verde intercladas y como remates visuales que permitan evitar la sensación de hacinamiento.

Incluye Administración, Gimnasio multiuso, Talleres, Aulas académicas y especiales, Laboratorio de Cómputo y espacios complementarios.

CONCEPTO ADMINISTRATIVO NOVEDOSO

Este proyecto se lleva a cabo mediante convenio entre el Ministerio de Educación, Banco Nacional y Banco Interamericano de Desarrollo, con el objetivo de ampliar la capacidad y la calidad de las escuelas, mediante un nuevo enfoque, administrativo y conceptual:

Como contrato-ley se ahorra varios pasos licitatorios.
La administración de los proyectos las hace una Unidad Ejecutora contratada en el ámbito privado, sacándola de la inercia del trámite tradicional del Estado.
Invitaron a concursar para el diseño de anteproyectos a un selecto grupo de destacados arquitectos.
Le dan oportunidad a los arquitectos a ejercer la creatividad y proponer obras de calidad.
El BID pide a los arquitectos considerar conceptos bioclimáticos y la posibilidad de edificios de varios pisos.
Luego promueven concursos de confección de planos constructivos junto a la construcción.
Incluye el contrato por 15 años del mantenimiento de los edificios mediante un fideicomiso

PROPUESTA ARQUITECTÓNICA

El enfoque que proponemos se enmarca dentro de lo que denominamos “escuelas urbanas sustentables” donde los edificios sean herramientas para la educación de la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, así como que actúen como efecto demostrativo para la comunidad:

Se empieza el proceso de diseño con talleres de empoderamiento y transmisión de los valores más apreciados por la comunidad y particularización de sus necesidades. Incluye docentes, administrativos, junta de educación local, autoridades del MEP, directores del DIEE.
Se plantea una amplia y clara relación del centro educativo con la comunidad.
Se prioriza la seguridad de la entrada y salida de los estudiantes, así como la relación con los padres de familia.
Se plantea una expresión arquitectónica de la cual la comunidad se sienta orgullosa, con referentes culturales de calidad y tecnología.
Se enfatiza el aprovechamiento de la luz natural y ventilación natural efectiva.
Se capitaliza la abundancia de agua de lluvia para uso de servicios.
Se reutiliza las aguas grises y se recuperan fosfatos para irrigación de las huertas escolares y áreas verdes.
Las cubiertas se entregan isoladas y su función es de recolección de agua llovida.
Se proponen paneles fotovoltáicos y para el calentamiento de agua, no solo por ahorro de energía sino como efecto demostrativo.
Tratamiento de efluentes que no dañen la naturaleza.
Se incorporan extras como basureros para clasificar todos los desechos y los implementos para hacer abono orgánico, con el cual se cultivan plantas comestibles, medicinales, aromáticas y decorativas en la huerta escolar.
Constructivamente se plantea una estructura independiente, que permita soportar cambios curriculares y tecnológicos durante su vida útil.
Las paredes se plantean prefabricadas, de 5cm de espesor, alta resistencia, con acabado directo, reconfigurables. Ver link: Sistema de cerramientos PREFA-160
Las divisiones entre aulas será tipo sándwich de dos paredes de concreto separadas con 5cm de lana de fibra de vidrio, garantizando una insonorización efectiva.
Todas las paredes que no sean muros cortantes se harán paralelamente a la construcción de la estructura, lo cual reduce el tiempo de obra en al menos un 40%, con la ventaja adicional de control de calidad, modulación y operación de varios turnos.
Se incluyen rampas complementadas con elevadores con dinamos y acumuladores de energía que dan autonomía de dos horas aunque se corte el fluido eléctrico, además de un ahorro del 40%.

Se busca que el centro educativo se convierta en una vivencia directa de los conceptos de sustentabilidad y habitar en armonía con la naturaleza, tanto para los estudiantes como para los docentes, administrativos, padres de familia y comunidad.

Consideramos la escuela como el principal bastión de educación en responsabilidad ambiental.

Se utilizó los colores oficiales del manual de identidad institucional
para pintar equilibrando los colores amarillo y turquesa en volúmenes
a modo de acentos y color gris como básico por facilidad de mantenimiento

Además de edificio escolar, contribuye educando a los usuarios y espectadores, con un nuevo enfoque de responsabilidad medio ambiental, operación y mantenimiento sostenible.

Al ser repetitivo en lo básico, permite evaluación horizontal y vertical: a través del tiempo y comparando resultados con otras comunidades, incluso entre edificios, aulas y respecto al sistema tradicional.

Las experiencias acumuladas son mejorables y transferibles, es de esperar que en la comunidad repliquen para otros usos las técnicas observadas aquí, que aportan resultados estéticos y económicos eficientes.

El proyecto es básico y se completa con la participación del lugar donde se implanta, mediante un proceso que define sus valores y simbolismos aplicados al edificio mediante un mural, para consolidar la identidad cultural.

Su conceptualización, programa arquitectónico, construcción y gestión implica a todos los actores sociales de la comunidad específica (alumnos, docentes, padres de familia, líderes comunales y gobierno), lo que obliga a que todo se haga bajo las normas éticas y legales de seguridad, transparencia y equidad, como base del progreso y bienestar en función de la responsabilidad social.

Como proyecto modular, gran parte del proceso constructivo se hace bajo control industrial, permitiendo la certificación de materiales y métodos, así como de cumplimiento de las leyes de equidad y seguridad.

El material en un 90% son de procedencia nacional, 80% reciclables. La energía para construir y operar es hidroeléctrica, pero se usa climatización pasiva y energía solar.

Recolección de agua de lluvia: Minimiza el uso de agua del servicio público y su efluente es libre de fosfatos.

Como construcción vertical intensiva reduce los costos iniciales por compra de terreno.

El diseño es básico, modular y flexible, adaptable todos los cambios y demandas posibles en su uso.

El 85% de los materiales son de procedencia local, poco susceptibles a variantes económicas.

Por su equipamiento y materiales, su operación reduce mucho el consumo energético, agua y mantenimiento

El diseño expresa la idiosincrasia local, usos e identidad cultural, privilegiando la educación como un juego, la vida en espacios abiertos (aunque sea urbana), la responsabilidad social en el uso y rescate del amor ancestral por la agricultura y la auto supervivencia.

Participación de todos los actores involucrados y redacción del proyecto considerando todas la etapas: nacimiento , vida y desecho del edificio:

NOTA: si desea más información sobre el proyecto, puede solicitarla a:
ibobonilla@gmail.com