MODELOS MÍSTICO-MATEMÁTICOS

Por Ibo Bonilla Oconitrillo

 

 

Analizando la filosofía Zen, Osho* dice: “La mente occidental es lineal, la mente oriental es circular”.

 

 

 

 

 

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  Me interesa reflexionar sobre los modelos geométricos que usó para explicar las principales tendencias del pensamiento universal, especialmente porque me parece deducir que el pensamiento de Osho si se quisiera relacionar con un modelo (el cual no lo necesita), debiera ser con la elipse, de donde la línea y el círculo son casos particulares, extremos y rígidos.

 

Se entiende por “modelo” una representación simplificada de un hecho o fenómeno, donde se destacan las variables o características más significativas para un estudio específico.

 

Por ejemplo una maqueta de un edificio, es un modelo icónico del edificio, se puede fotografiar, filmar, apreciar; y se ve cono el edificio. Sirve para representarlo solamente, aunque se parezca, no  se debe confundir, menos sustituir uno por el otro. Se podría incurrir en un grave error, como el caso del stalinismo, que pretendió someter a 350 millones de personas a vivir dentro de un modelo comunista, donde lo importante era el modelo no la realidad. Se ignoró la realidad en función del modelo en detrimento de la gente real. .

 

 

El conocimiento humano generalmente se organiza con modelos, económicos (oferta y demanda), sociales (clases), geológicos (placas), psicológicas (Freud), educativas (estructuralismo), matemáticas (e elevado a i por pi), físicas (E = m.c²), etc.

 

No hay modelo que viva para toda condición, enfoque o momento, pero son muy útiles para comprender y compartir el entendimiento de una realidad especifica.

 

El atractivo de los modelos en estudio aquí es triple: lo abstracto, general y la simpleza estética.

 

La línea (o segmento de línea), como modelo del pensamiento occidental ha sido abordado por múltiples autores (Mc Luhan, Eco, Toffler, Asimov), ya que está enraizado en nuestra cotidianidad permanentemente, induciendo a graves errores, pero entendiéndonos entre todos.

 

Este modo de pensar se asume inicialmente estructurado por  Aristóteles a partir de las polaridades observables, bien / mal, interno / externo, conciente / inconsciente, introvertido / extrovertido, legal / ilegal, grande / pequeño, lindo / feo, humano / divino, moral / inmoral, etc.

 

Las acciones humanas se ubican entre estos extremos y así se evalúan para cada objetivo en general, identificándolo con el extremo, si está más allá o acá de un teórico centro convenido socialmente.

 

El esquema lineal ha afectado desde la religión hasta la formulación científica a través de la lógica formal, viéndose reformada por el sistema de escritura y de imprecisión de Guttenberg, donde una a una, en estricto orden lineal, desfilan las letras, las palabras y las frases, los capítulos, etc.; desafiando la simultaneidad y la complejidad que se constata en la realidad. Afortunadamente la nueva cinematografía y TV están simplificando este fallo comunicativo con algunos trucos que asemejan lo que observamos.

 

La consecuencia más perjudicial de la incorporación inconsciente del modelo lineal es confundirlo con la realidad, coaccionando a juzgar y condenar con un extremo irreconciliable todas las acciones personales y ajenas, provocando por sí, el conflicto, la ruptura y la intolerancia, tanto a nivel social como personal. Consecuentemente conduce a la tensión, dualidad, sentido de culpa e insatisfacción, ansiedad por incompletitud y no-cumplimiento de metas, lejanía de la perfección deseable, juzgar “mal” a los demás para quedar bien calificado, etc.

 

Todo podría aclararse si acortáramos el modelo aceptando que tales extremos son teóricos y que por ejemplo: no hay nadie totalmente bueno, ni totalmente malo, sino una combinación de ambos, que se acerca o aleja de lo comúnmente aceptado, de un momento y lugar determinado y en unas circunstancias especificas.

Se puede concluir que el modelo geométrico lineal no ayuda mucho  ala comprensión de la vida como totalidad con validez para cada punto de la gama, tal como se espera que se haga en el siglo XXI.

 

El modelo circular aporta la fácil percepción de que no hay extremos o bien, que lo extremos se juntan y que cualquier punto es principio y fin simultáneamente.

 

También se le puede agregar el tiempo, creado de una espiral donde cada vuelta retorna al mismo punto pero en un nivel superior.

 

Desaparece la dualidad y los focos (o polos)  A y B se concentran en A y la distancia a la sección es fija. “La circunferencia es un reflejo del centro”

 

Esto genera una sensación de unipolaridad que se aleja de la realidad, así como un aislamiento y preponderancia de lo individual, que lleva a priorizar lo interno, pasivo, etc. en detrimento de la totalidad.

 

La estructuración de estos conceptos se atribuyen al místico Lao-Tse, enriquecidos por el budismo y el pensamiento Zen, aportando una amplia comprensión de la espiritualidad y guiando en esta orientación a millones de personas durante milenios. Durante el último siglo han influido en Occidente tratando de llenar el vacío generado por el materialismo ligado al énfasis Occidental por lo externo.

 

Tanto Sosan como Nietzsche enfatizan en el equilibrio entre las dualidades y entienden al humano como “un puente entre las eternidades: la eternidad de la Naturaleza y la eternidad de Dios”.

 

En palabras de Osho: “ Lao-Tse y Chuang Tzu dicen que hay que regresar a la Naturaleza , al Tao. Shankara, Buda y Jesús dicen que hay  que seguir para adelante, que hay que pasar a través del puente, alcanzar lo Divino”.

 

Si bien el círculo tiene un  alto valor estético y unas características geométricas asombrosas, su aparición en la Naturaleza es bien escasa, por su alta perfección, que lo hace mas  una teoría o ideal, que algo practico mas allá de la pequeña escala.

 

En cambio, la elipse es más variada y aparece desde las órbitas atómicas, hasta las planetarias y estelares.

 

Por otro lado la elipse se construye a partir no de un centro, sino de dos focos (A y B), y el concepto bipolar también aparece reiteradamente: dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos oídos, dos cuernos, dos sexos, el cerebro funciona con el sistema binario, los conceptos se organizan dualmente (lleno / vacío, amor / odio, activo / pasivo, etc.

 

La orbita de del planeta Tierra (y la de la mayoría de los cuerpos celestes), cubre gigantescas distancias en una elipse tan perfecta y regular y aún durante miles de años no se percibe la diferencia entre un año y otro. Se sabe que la Tierra gravita alrededor del Sol, donde éste ocupa la posición de uno de los focos de la elipse, y el otro foco de la elipse se puede encontrar teóricamente y se puede asumir, por ahora, que es la sumatoria de todas las demás gravedades estelares que inciden sobre la tierra.

 

Analógicamente todo parece indicar que el sistema solar recorre una elipse a través de la vía Láctea con una duración aproximada de 200 millones de años, denominado “año galáctico”.

 

Si agregamos el máxima: “como es arriba es abajo”, que ha demostrado ser muy útil para la comprensión de muchos fenómenos físicos y espirituales, podemos asumir que para ciertos ámbitos, la elipse ser un modelo geométrico más eficaz que la línea o el círculo, que se pueden presentar como casos particulares de la elipse, veamos:

Cuando la “p” se alinea con los puntos A y B, se forma la línea y esto se da en sólo dos puntos dentro de millones de posibilidades.

 

Con el caso de la figura 4 se puede ver que dentro de la línea, no es que desaparezca el foco A visto desde “p”, sino que es “eclipsado” por B.

 

Es como si en determinada ocación una persona hace algo juzgado como malo en ese momento y su impacto es grande, este hecho eclipsa la parte buena, que desde luego sigue existiendo en esa persona, por lo tanto, en forma superficial y ligera se le condena como mala.

 

Cuando un maestro oriental dice que no es posible avanzar con la dualidad, quiere decir que no debe quedarse fijo en el punto “p”, y que no hay que olvidar las condiciones A y B, aunque no estén a vista.

 

Cuando la distancia entre los focos A y B tiende a cero ambos focos son un solo punto y la elipse se transforma en un círculo donde el radio es (a + b)/2, lo cual sugiere que  la percepción de cada hecho debe ser doble (de ida y vuelta), para traducir el hecho de que los extremos se juntan y son la misma cosa. Se añade la dificultad de que la ida y la vuelta son iguales y en la vida no parece ser así.

 

Muchos místicos orientales recomiendan: “entre dos extremos, no escojamos ninguno, mantente justo en el medio”, pero esto seria como una foto instantánea, de algo que está en constante movimiento. Lo mismo sucede con la representación lineal.

 

Por lo tanto, ambos casos plantearían una representación estática.

 

Un modelo elíptico con A ≠ B,  a≠ b,  a + b = 1, y p uniéndose para cada aplicación, aporta una representación donde el hecho siempre es la resultante de una parte de cada extremo, pero donde la suma es el uno y el todo.

 

Los casos en los que A = B,  a = b,  d =a,  d = b, son casos particulares que han representado muy bien en su momento histórico la percepción de la vida, pero ahora donde la globalización se hace eco de una conciencia ecológica para un mundo donde todo se supone interrelacionado, se espera que el modelo sea integrador y general.

 

 

(*2) LINEA: conjunto de puntos en una misma dirección.

 

(*3) CIRCULO: conjunto de puntos de un plano equidistantes a un punto llamado centro.

 

(*4) ELIPSE: conjunto de puntos de un plano equidistante a dos puntos llamados focos.

 

La manera más fácil e intuitiva de comprender su dibujo y características es como se muestra en la FIG. 1.3, con un clavo en cada foco y un cordel atado a ambos, con un lápiz se traza la curva resultante, así es fácil ver que la suma de las distancias del punto P a los focos siempre es igual.